Bruselas, chocolate y patatas fritas

Feliz año, si ya sé que es un poco tarde y que quizás no pinta nada a estas alturas pero nunca es tarde si la dicha es buena. Quería abrir este 2016 con un propósito cada vez más firme en mi vida, viajar. Cada vez que conoces una ciudad tu mente crece un poquito, aprendes cosas nuevas, pruebas platos que no te hubieras planteado, sonríes más, estás de mejor humor y una cosa que me pasa a mí con frecuencia es que me reconcilio con mi querido metro de Madrid.



Llevo 3 años intentando conocer una ciudad europea al año y de momento lo he conseguido. Empecé con Paris, luego fue Lisboa y este año pasado le toco el turno a redescubrir Bruselas. Y sí, en Bruselas ya había estado, pero había sido una visita fugaz que daría para otro post contando todo lo que nos pasó en el día que duraba nuestro viaje, así que sólo conocía la Grand Place y el famoso Mankenpis. Y como yo creo que no conoces una ciudad hasta que no paseas por sus calles, te pierdes, te encuentras y puedes volver al hotel sin mapa de ningún tipo decidí volver.





Grand Place




Bruselas es una de esas ciudades importantes pero pequeña, una ciudad fin de semana. Es decir que con dos días te da tiempo a conocerla y disfrutarla, y encima casi te las puedes hacer a pie. Puedes disfrutar de la Grand Place observando sus edificios mientras das vueltas sobre ti mismo, pegarte entre tanto turista para hacerte un selfie con Mankenpis. Sentarte a disfrutar de sus gofres de mil combinaciones (aunque yo los he comido más ricos en Madrid). Aprender que comer un cucurucho de patatas fritas con salsa no es cosa sólo de ferias. Disfrutar de sus tejados en el mirador del Palacio de Justicia. Pasear por sus numerosos parques. Mezclarte con representantes de toda Europa en la zona del Parlamento Europeo. Beber cerveza de todo tipo y clase. Seguir las distintas rutas de comics que hay por toda la ciudad. Descubrir el Atomium. Comer sus famosos mejillones y por supuesto chocolate como si no hubiera mañana.


Galerías Saint Huber


Grand Place


Fachada Arte Mural


Los paraguas que se observan están contemplando al Mankenpis


Parque del Cincuentenario

Si tuviera que recomendarte un hotel sería el Motel One Brussels, un hotel moderno en el que el personal es de 10, con un hall en el que sentarte tranquilamente a cenar o tomar una copa antes de subir a la habitación a precios totalmente asequibles. Habitaciones con lo justo y necesario para pasar unos días. Una parada de metro a escasos dos minutos y andando a la Grand Place menos de 10 minutos.


Hall del Motel One Brussels


Hall del Motel One Brussels
Un restaurante el Chez León. Detrás de la Grand Place en una calle llena de restaurantes, tienen un menú por 16€ en el que puedes probar sus famosos mejillones y patatas fritas. Buen trato y a un precio bastante ajustado para los precios elevados de la zona. Eso sí, estás prácticamente sentado encima de los de al lado.


Los famosos Moules
La lluvia fue compañera de viaje y dos días tampoco dan para mucho, pero si vas alguno más Gante y Brujas están relativamente cerca en tren y son dos ciudades que merece la pena conocer. Este 2016 buscaré nuevo destino Europeo que descubrir, ¿tenéis alguna recomendación?


Laura

3 comentarios:

  1. Con esas fotos dan ganas de irse ahora mismo!! Y tus recomendaciones genial.
    Un beso

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    1. Gracias Isa!!! Deberíamos de hacer la maleta con más frecuencia!!
      Un abrazo!

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  2. Qué recuerdos nuestro fugaz viaje a Bruselas! Genial redescubrirlo contigo en este genial post ;) Nadia

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